Mi alma que se alimenta de tus besos, sobrevive, gracias a los recuerdos, del sabor de tus labios, pero pronto perdere esa textura en mi mente y mi alma se lamentara por ello.
La pena embriagara, mi alma, si me dicen que no volveré a besarte.¡¡ No, aceptaré tal cosa!!
No!
No es justo, querer tanto para nada. Rendirse nunca será una opción, sólo tus ojos me alejaran de ti...
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