Enero es el mes más adúltero del año. Lo dice
Victoria Milan,
una página de contactos para aventuras discretas para gente casada o en
pareja. Según su portavoz Alicia Gallotti, reputada sexóloga, esta
época del año "siempre es vista por los infieles como un respiro de aire
fresco tras el periodo navideño, en el que se tiene la obligación de
hacer todo tipo de cosas menos cuidarse a uno mismo. Además, la Navidad
suele ser motivo de depresión y cansancio extremo en muchos casos, por
lo que tener una aventura puede ser un buen antídoto”.
Me pregunto si tener la intención de ser infiel es lo mismo que serlo. Realmente, ¿qué es la infidelidad?
Es más ¿dónde están los límites?
1. Fantasías con otros
Fantasear
con alguien que no sea tu pareja en un momento dado es una realidad en
todas las relaciones. En todo el mundo hemos visto como el personaje
enigmático de Christian Grey ha cautivado la imaginación de miles de
mujeres, tanto que ha provocado un renacimiento sexual en el cual sus
parejas han estado, felizmente, sacando beneficio del asunto. Me
pregunto si nos haría tanta gracia si hubiera pasado al revés, es decir
que todos los hombres del planeta se engancharan a una mujer ficticia o
incluso a una actriz porno en concreto... Fantasear con alguien
inventado o alguien que has visto en la pantalla es una cosa, pero
cuando se hace con una persona que conoces de verdad, eso ya es no es
igual.... es mucho peor.
2. Tener intencionesPara algunas parejas, el
hecho de tener intención de ser infiel es igual de malo que serlo de
verdad. Por ejemplo estar buscando activamente, es decir inscribirse en
páginas de contacto, o coquetear o proponer citas a personas de tu
entorno. Incluso sin haber hecho nada, tener intenciones implica un
deseo y este deja huella. Y si se descubre, el daño ya estará hecho.
3. El cibersexo y el sextingCuando
los mensajes sugerentes se vuelven más explícitos, es como tener sexo
con otra persona sin llegar a tocarla. A pesar de que no haya contacto
físico, en el cibersexo y el sexting, no deja de ser un acto íntimo.
Compartir fantasías, imágenes explícitas y la masturbación nunca ha sido
tan fácil gracias a los smartphones. Se puede practicar la infidelidad
virtual donde sea, incluso en los lavabos del trabajo.
4. Un beso.Un
beso es sin duda un acto muy íntimo que provoca una respuesta en todo
el cuerpo, y puede costar acabar ahí. Es un punto de no retorno que
puede crear una sensación de culpabilidad o despertar la imaginación y
dejarte con ganas de más. Si es visto por terceros en un lugar público,
será una prueba real de infidelidad. En este caso, se comete el peor de
los crímenes de la infidelidad en mi opinión, el de humillar a tu
pareja.
5. Una aventura
A
menudo los infieles solo buscan una aventura con solo sexo sin ninguna
intención de romper su relación oficial. Muchas personas quieren tener
lo mejor de ambos mundos, es decir, la estabilidad emocional (y a veces
financiera) de una relación “seria” y a la vez disfrutar la variedad del
sexo con otras personas fuera de casa. Se puede considerar como
avaricia, egoísmo o incluso un vicio, pero, ¿qué haces si tu pareja
oficial nunca quiere sexo? ¿Hay que vivir una vida sin sexo o es
imprescindible separarse? Yo creo que hay una gran diferencia entre una
aventura de una noche y estar constantemente buscando aventuras (o
pagando por sexo) a espaldas de tu pareja. Para vivir como un soltero,
más vale serlo.
6. Una relación sentimental secreta
Desear
otra persona puede ser natural, y muchos/as serían y son capaces de
perdonar una infidelidad si solo se tratara de sexo. Pero cuando se
trata de una relación sentimental, todo cambia. Podemos controlar
nuestros actos, pero no nuestros sentimientos. En caso de que se
descubra una infidelidad de este tipo, inevitablemente acaba haciendo
daño no solo a todas las personas directamente implicadas, sino a
familias enteras, algo que hay que tener en cuenta desde un comienzo.
Y vosotros, ¿qué podríais perdonar / tolerar de vuestra pareja?
* Me ha gustado mucho el texto y por eso lo comparto