Hoy hablando con una persona, me comentaba que mañana se va a Rusia, a recoger a su hijo adoptivo.
Su cara radiaba felicidad, su sonrisa delataba y explicaba claramente, lo que siente una persona plenamente feliz.
Me alegro mucho, yo siempre he querido adoptar, incluso antes de tener a mi propio hijo ya pensaba así, y ahora que lo tengo sigo pensando que sería un opción preciosa.
Ayudas a un niño a criarse en un entorno familiar, a darle muchas cosas que seguramente no podría tener, le das una oportunidad.
Está en mi lista de prioridades, si, tengo una lista por si un día toca la flauta y me hago rico con este blog, o con cualquier cosa, tengo una lista de cosas, donde por suerte en ninguna estoy yo.
Tiene que ser muy hermoso, poder ayudar a los demás.
Estoy de vuelta.
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